Si padre

Cartas de cambiar, cromos, tazos, gogos, pegatinas, stick-stack...
Salían en los anuncios como la última colección, la más novedosa, la que era imprescindible tener para socializar en el patio.
Ahora, una presentadora de Estados Unidos se retira y todos los niños del patio lo escuchamos como la última primicia, el gran evento.

Una vez más el gran dictador nos pone las pautas a seguir, nos cuenta algo que ni nos roza y consigue hacernos creer que nos importa. Repite el principio hipnopédico unas cuantas veces  y nos basta para contemplarlo como una verdad inalterable:

Oprah Winfrey se retira   ...y a mi me chupa un huevo

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Señor X

El Señor X lee prensa estratégicamente seleccionada
El Señor X maneja dinero
El Señor X viste de traje, y disfruta de su tacto
El Señor X tiene prioridad
El Señor X vive en una casa grande
El Señor X tiene mujer e hijos
El Señor X no es primero de la fila porque, simplemente, él no hace cola.
El Señor X tiene Nombre y dos Apellidos, y ninguno de ellos puede ser García
El Señor X no va al baño, y por supuesto tiene un organismo silencioso e inoloro
El Señor X apenas conoce a su familia
El Señor X vive en su imponente despacho
El Señor X no tolera lo inesperado y no sabe enfrentarlo
El Señor X es temido por todos, por lo que nadie le trata como a un igual
El Señor X no es un dios pero tampoco es mortal, es único en su especie y nadie le comprende
El Señor X no mantiene conversaciones no-laborales
El Señor X se preocupa sólo de cosas tangibles, pero inevitablemente efímeras
El Señor X no tiene rival, aunque tampoco lo ha buscado
El Señor X es una eminencia, pero a nadie le interesa
El Señor X no escucha conversaciones ajenas, porque su sola presencia genera silencio
El Señor X disfruta con la adrenalina insípida de el que no arriesga.

El Señor X está muerto, pero todavía respira




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¿Ética?

Tanto tiempo sin saber de ti, que me confunde el sonido de tu nombre.
Me ilusiona tu llamada y me avergüenza mi sorpresa.
La situación se repite: yo vivo en mi planeta y solamente te recuerdo, pero no te busco ni te hablo; tú, en cambio, persigues mi recuerdo hasta hacerme física.
No se si avergonzarme y reprocharme, mejorar la situación para el futuro o aceptar que soy así y tú también.
Puedo refugiarme en que no me gusta tu elección y por eso yo no la sigo, pero probablemente me engañara a mi misma.
Te admiro.
Pero yo no se ser así, no riego a menudo la amistad y casi siempre se me pochan las plantas.
Más similar a un cactos, con flores limitadas.

Mal, pero es difícil cambiarlo

Disculpa, ¿podrías bajarme el volumen?

Alguien sube al autobús y es como si empezara el programa en la televisión: caras inexpresivas examinando cada movimiento de la actuación, analizando, evaluando a veces. Asusta pensar que el televidente apunte al recién llegado con un mando y, en un gesto de cambiar de canal, lo haga desaparecer o lo cambie por otro distinto.

Es extraño que todo el interés se pierda cuando ambos pasajeros cruzan miradas.Tal vez ese sea el modo de apagar la tele.

Supongo que es un estímulo natural de todo ser vivo analizar el entorno en cada situación, como método de supervivencia; pero creo una simple mirada es suficiente para sentirse seguro. El resto es simple entretenimiento.

"Yo, Juez Social, te señalo a ti con la punta de mi dedo índice asustado por lo novedoso de tu aspecto, asqueado por tudesaliño personal. Insoportables resultan para mi tus acciones, de las cuales desconozco tus motivos y propósitos, pero que, en cualquier caso, seguro son egoístas y erróneas."